Precalienta el horno a 200°C. Forra un molde redondo (24 cm de diámetro) con papel de hornear, dejando que sobresalga por los lados.
En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave.
Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Tamiza la harina y agrégala a la mezcla, removiendo hasta integrarla.
Vierte la nata y mezcla hasta que la masa esté homogénea y cremosa.
Vierte la mezcla en el molde preparado.
Hornea durante 45-50 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y ligeramente temblorosa en el centro.
Deja enfriar a temperatura ambiente y refrigera al menos 4 horas (preferiblemente toda la noche).
Consejos:
La textura ideal es cremosa en el centro y ligeramente firme en los bordes.
Si prefieres que quede menos dorada, baja la temperatura del horno a 190°C.
¡Disfruta de esta delicia vasca mundialmente famosa! 😍
