2 cucharadas de romero seco (o unas ramas frescas).
1 litro de agua tibia.
Opcional: Sal marina o unas gotas de aceite esencial de árbol de té (para potenciar las propiedades antifúngicas). Preparación y uso:
Calienta el agua hasta que esté tibia y agradable para tus pies (no demasiado caliente).
Agrega romero (seco o fresco) al agua tibia.
Déjalo en remojo de 10 a 15 minutos para que sus compuestos beneficiosos se liberen en el agua.
Si lo deseas, agrega sal marina o aceite esencial de árbol de té.
Sumerge tus pies en esta solución aromática durante 20 minutos.
Disfruta de este ritual relajante y beneficioso, y deja que el romero haga su magia en tus pies y tu sistema nervioso.