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Preparación del molde: Enmanteca un molde redondo de unos 22 cm de diámetro y cúbrelo con papel de horno, asegurándote de que sobresalga un poco por los bordes para que la tarta no se desborde al hornearla.
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Mezcla de ingredientes: En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Luego agrega la nata líquida, la esencia de vainilla y la pizca de sal. Si decides usar harina, añádela en este paso y mezcla bien hasta que la masa sea homogénea.
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Horneado: Precalienta el horno a 200°C (390°F). Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 40-50 minutos. La tarta debe quedar dorada en la parte superior y ligeramente “quemada”, lo que le da ese sabor característico. El centro debe quedar un poco tembloroso al mover el molde, ya que se terminará de cuajar mientras se enfría.
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Enfriado: Deja enfriar la tarta en el molde a temperatura ambiente y luego refrigérala durante al menos 4 horas, o preferentemente toda la noche, para que adquiera la textura perfecta.
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Desmoldado y servicio: Desmolda con cuidado y retira el papel de horno. Sirve la tarta en porciones y disfruta de su textura cremosa por dentro y su exterior ligeramente dorado.
¡Listo! Ya tienes una deliciosa Tarta de Queso de San Sebastián para disfrutar. ¿Te gustaría más información sobre alguna parte del proceso o alguna variación en la receta?