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Complexión más redondeada y sólida.
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Huesos grandes y estructura corporal ancha (hombros y caderas).
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Tronco y cintura más anchos.
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Tendencia a almacenar grasa con facilidad, especialmente en el área abdominal.
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Metabolismo más lento en comparación con los otros tipos.
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Pueden ganar músculo con facilidad, pero este a menudo queda oculto bajo una capa de grasa.
Metáfora visual: Un “lanzador de peso” o un luchador de sumo.
Consideraciones:
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Suelen tener que prestar más atención a la dieta para controlar el peso.
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Tienen una gran fuerza potencial.
Combinaciones y Perspectiva Moderna
Es raro que alguien sea 100% un tipo. Lo más común es ser una combinación, por ejemplo:
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Ecto-mesomorfo: Delgado pero con buena respuesta muscular al ejercicio.
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Endo-mesomorfo: Robusto y con facilidad para ponerse fuerte, pero también para acumular grasa.
Nota crucial: Esta clasificación es un punto de partida, no una sentencia. Con un entrenamiento y una nutrición adecuados, una persona de cualquier tipo de cuerpo puede mejorar drásticamente su composición corporal, salud y apariencia. El objetivo es trabajar con tu genética, no contra ella.