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200 g de champiñones frescos, laminados
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1 cebolla pequeña, picada
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1 diente de ajo, picado
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200 ml de crema de leche (nata para cocinar)
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1 cucharada de manteca (mantequilla)
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Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Preparación:
1. Preparar las tortitas:
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Pelá y herví las patatas hasta que estén tiernas. Hacé un puré y dejá enfriar.
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Mezclá el puré con el pollo desmenuzado, el huevo, la harina, el queso rallado, perejil y los condimentos.
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Formá tortitas medianas con la mezcla.
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Calentá aceite en una sartén y freí las tortitas a fuego medio hasta que estén doradas de ambos lados (unos 3-4 minutos por lado). Reservá.
2. Preparar la salsa cremosa:
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En otra sartén, derretí la manteca.
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Sofreí la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes.
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Agregá los champiñones y cociná hasta que suelten su jugo y doren un poco.
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Incorporá la crema de leche y condimenta con sal, pimienta y nuez moscada.
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Dejá cocinar a fuego bajo unos minutos hasta que la salsa espese.
3. Servir:
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Colocá las tortitas de patata y pollo en platos y bañá generosamente con la salsa de champiñones caliente.
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¡Decorá con más perejil picado si querés!
Consejitos:
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Si querés hacerlas más ligeras, podés hornear las tortitas a 200 °C unos 20 minutos en lugar de freírlas.
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También podés agregar espinaca picada o zanahoria rallada a la mezcla de las tortitas para darles más color y nutrientes.
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La salsa queda aún más sabrosa si le agregás un chorrito de vino blanco al saltear los champiñones.