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El Jengibre: Tiene compuestos gingeroles y shogaoles con potentes propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas. Esto ayuda a relajar las vías respiratorias, aliviando la irritación y la necesidad de toser. También es un expectorante natural suave.
Cómo prepararlo y usarlo:
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Corta 3-4 rodajas finas de jengibre fresco (unos 20 g) o rállalo.
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Colócalo en una taza y vierte agua hirviendo sobre él.
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Tapa la taza y deja infusionar durante 10 minutos para que libere todos sus compuestos.
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Cuela la infusión, añade miel y limón al gusto para potenciar el efecto y mejorar el sabor.
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Bebe esta infusión 2-3 veces al día.
3. Vahos o Inhalación de Vapor (Humedecer las Vías Respiratorias)
Por qué funciona:
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La tos seca empeora en ambientes secos. El vapor de agua humedece e hidrata la garganta y las vías respiratorias, aliviando instantáneamente la sequedad y la irritación que desencadena la tos. Ayuda a descongestionar si hay también irritación nasal.
Cómo hacerlo:
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Hierve una olla con agua y viértela con cuidado en un recipiente grande y resistente al calor.
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(Opcional) Añade 1-2 gotas de aceite esencial de eucalipto o menta (tienen propiedades descongestionantes), o simplemente una cucharada de manzanilla seca.
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Coloca tu rostro sobre el recipiente a una distancia segura donde el vapor no queme tu piel (unos 30-40 cm) y cúbrete la cabeza con una toalla para crear una “tienda de vapor”.
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Inhala el vapor profundamente por la nariz y boca durante 5 a 10 minutos.
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Repite 1-2 veces al día.
Precaución: Ten extremo cuidado para no quemarte. Mantén el recipiente en una superficie estable y alejado de niños. No uses este método con niños pequeños sin supervisión extrema.
Consejos Adicionales Importantes: