Aquí tienes una descripción de tres tipos de cuerpo generales, basados en una simplificación de la teoría de los somotipos (una clasificación propuesta por el psicólogo William Sheldon).
Es importante recordar que estos son arquetipos puros y la mayoría de las personas son una mezcla de ellos. Además, el estilo de vida, la dieta y el ejercicio tienen un impacto enorme en la apariencia final.
1. Delgado o Ectomorfo
Características principales:
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Complexión delgada y ligera.
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Hombros y caderas estrechas.
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Extremidades (brazos y piernas) largas en proporción al torso.
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Músculos poco predominantes y de desarrollo lento.
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Metabolismo acelerado, lo que les dificulta subir de peso (grasa y músculo).
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Poco almacenamiento de grasa corporal.
Metáfora visual: Un “corredor de maratón” o la típica complexión de “modelo”.
Consideraciones:
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Suelen tener facilidad para mantenerse delgados.
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Pueden encontrar difícil ganar masa muscular y fuerza en el gimnasio.
2. Promedio o Mesomorfo
Características principales:
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Complexión atlética y naturalmente musculosa.
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Hombros anchos y cintura más estrecha (forma de “V”).
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Estructura ósea mediana a grande.
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Ganancia y pérdida de peso con relativa facilidad.
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Responden muy bien al entrenamiento de fuerza, ganando músculo con rapidez.
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Tienen un porcentaje de grasa corporal moderado.
Metáfora visual: Un “nadador” o un “luchador”. La clásica figura atlética.
Consideraciones:
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Es el tipo de cuerpo a menudo considerado “genéticamente favorecido” para el culturismo y muchos deportes.
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Pueden ganar grasa con una dieta descuidada, pero también perderla con mayor facilidad que otros tipos.
3. Robusto o Endomorfo
Características principales:
