el azúcar es un tema fascinante y complejo, con efectos profundos en nuestro cuerpo que van mucho más allá del simple aporte de calorías. Aquí te presento una mirada detallada y equilibrada sobre sus efectos.
¿Qué es el Azúcar?
En términos simples, el azúcar es un tipo de carbohidrato. Químicamente, existen varios tipos:
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Monosacáridos: Glucosa (la fuente de energía principal del cuerpo), Fructosa (la del azúcar de la fruta y la miel), Galactosa.
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Disacáridos: Sacarosa (azúcar de mesa = glucosa + fructosa), Lactosa (azúcar de la leche = glucosa + galactosa).
Cuando hablamos de “azúcar” en la dieta, nos referimos generalmente a los azúcares añadidos (los que se agregan a los alimentos procesados y bebidas) y a los azúcares libres (incluyendo los jugos de fruta). Los azúcares naturalmente presentes en las frutas enteras y verduras no suelen ser problemáticos porque vienen acompañados de fibra, vitaminas y minerales.
Los Efectos en el Cuerpo: Una Historia de Dos Caras
1. Efectos a Corto Plazo (Inmediatos)
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Subida de Energía (y luego… Bajón): Al consumir azúcar, especialmente refinada, los niveles de glucosa en sangre se disparan rápidamente. Esto le da al cuerpo un chute de energía. El páncreas responde liberando insulina para llevar esa glucosa a las células. Este proceso puede ser tan rápido que a menudo sigue una caída brusca de energía (hipoglucemia reactiva), dejándote cansado, irritable y con más hambre.
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Recompensa Cerebral: El azúcar activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina. Es el mismo mecanismo que se activa con drogas adictivas, lo que explica por qué es tan difícil resistirse a un postre dulce y por qué podemos sentir antojos.
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Inflamación Temporal: El exceso de azúcar puede desencadenar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, que se manifiesta como enrojecimiento de la piel o incluso dolor articular en algunas personas sensibles.
2. Efectos a Largo Plazo (por Consumo Excesivo y Crónico)